Canciller de Inglaterra y arzobispo de Canterbury, Tomas Becket es asesinado el 29 de diciembre de 1170 en el interior de la catedral. Tras su canonización en 1173, pero, especialmente, tras la ceremonia de penitencia publica protagonizada por Enrique II Plantagenet ante su tumba, el 12 de julio de 1174, los hijos del rey expandirán su culto, en un ejercicio por limpiar de culpa la memoria del padre. Es el caso de Leonor Plantagenet, esposa de Alfonso VIII de Castilla, en la iglesia de San Nicolás de Soria.
En Inglaterra, el culto a Santo Tomás Beckett es importante hasta la reforma luterana. Enrique VIII hace destruir el cofre con sus reliquias así como la mayoría de las imágenes del santo, haciendo además desaparecer cualquier mención de su nombre en los textos litúrgicos.
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